PSORIASIS: NUESTRA VISIÓN

Sufrir psoriasis es agotador,  deja señales visibles que no gusta lucir, pero también afecta la sensibilidad de la piel ocasionando picor, sensación de sequedad y mucha incomodidad, todo esto puede llegar a afectar emocionalmente y social.

La psoriasis afecta el órgano más grande del cuerpo, el más sensible y nuestra carta de presentación: la PIEL!!!

 

La piel nos protege de las agresiones externas como el frío, el calor, el polvo, el sol, insectos, bacterias, virus y hongos.

La piel también es un órgano sensorial extraordinario. Nos informa del qué pasa a nuestro alrededor. Si nos acercamos a una fuente de calor, nos lo comunica al instante. Si tocamos algún objeto que nos puede lesionar como un cactus, nos hace reaccionar en segundos para protegernos.

Cuando percibimos una fuente de calor, la alarma inicial es puntual y remite al alejarnos del peligro.

Pero cuando nos quemamos el dolor persiste, puesto que el cuerpo percibe que el peligro no ha cesado y nos avisa ahincadamente en forma de dolor hasta que la piel se recupera de la lesión ocasionada por la quemadura.

Al sufrir psoriasis, la piel transmite una señal de agresión, que se traduce en malestar y picor. Este malestar muchas veces no se reduce hasta que la piel ha recuperado la normalidad, hasta que la regeneración sea total y la piel no perciba peligro.

Las personas que sufren psoriasis, tienen dificultades al regenerar su piel, de tal manera que se lesiona fácilmente por frío o calor extremo, uso inadecuado de jabones, mala hidratación, alérgenos como polvo, pólenes…

Para reparar estas pieles, hay que establecer una rutina adecuada no agresiva y muy regenerante.

Hay que entender que no toda la piel del cuerpo es igual, que no tiene las mismas necesidades. Dado que el número de glándulas sebáceas es diferente, la exposición a las agresiones del clima es diferente según la zona del cuerpo. Por ejemplo, no es lo mismo la piel de las manos que la de los pies.

Las manos son agredidas a menudo por detergentes, el frío, el sol… Pero los pies los mantenemos cerrados dentro de los zapatos, muchas veces con calor excesivo, humedad del sudor, ambiente poco limpio de nuestro calzado y  sobrecrecimiento de hongos que aprovechan este ambiente.

Por eso es importando el diseño adecuado de los cosméticos, adaptándolos a la diversidad en la edad de los pacientes y a las necesidades diferentes entre una persona y otra.

Bajar la inflamación puede parecer importante:

La cortisona y derivados bajan la inflamación de la piel, pero es bien conocido su efecto atrofiador de la cicatrización, su uso prolongado dificulta la regeneración y cronifica el daño.

Regenerar es imprescindible:

Al regenerar reparamos el tejido malogrado que envía señales de peligro y ocasiona malestar, picor, sensación de sequedad, etc.

Al regenerar, la inflamación acaba reduciéndose y desapareciendo.

Para regenerar la piel, hay que aportarle los nutrientes adecuados y en el vehículo adecuado a la tipología de piel.

Para muestra un botón:

Os podemos explicar con mil palabras el efecto regenerando de nuestros productos, pero es mucho más fácil y esclarecedor nuestra experiencia en imágenes:

En estas imágenes podéis observar la regeneración conseguida en varias personas afectadas de psoriasis, utilizando nuestros productos 1842.

No todas las psoriasis son iguales y su tratamiento tampoco, por eso es importante clasificar sus variantes.

En los siguientes enlaces os explicaremos detenidamente cada variedad de psoriasis y nuestra propuesta para cuidar cada una como es debido.

+Psoriasis capilar y psoriasis inversa 

+Psoriasis en placas

+Psoriasis eritrodérmica y psoriasis guttata

+Psoriasis Palmo-plantar (manos y pies)  

Por último recuerde, que puede contar con nosotros por teléfono o Whatsapp y responderemos cualquier duda.