Desde 1923 hasta ahora, 4 generaciones con 6 farmacéuticos Franquesa han estado detrás del mostrador atendiendo y dando consejo a sus pacientes. El abuelo Joan (†), su hijo mayor Ramón (†), el segundo descendiente Pere desde el año 1953 hasta el año 2021 (†) que nos dejó. En la actualidad, los nietos Joan y Jordi y el bisnieto Daniel son los que regentan la farmacia.
La farmacia fue fundada en noviembre de 1842, según tradición oral y registrada en un dietario de 1934 escrito por nuestro abuelo. Éste es el origen de la marca que creó Jordi Franquesa en 1992 y que identifica nuestra línea de cosmética de elaboración propia.
Un poco más de historia
En un dietario de 1934 de Joan Baptista Franquesa i Ferrà, farmacéutico propietario de 1923 a 1961, hay una anotación donde literalmente dice: “Farmacia Franquesa fundada en 9 noviembre de 1842”. Obviamente, no es un documento notarial oficial; sin embargo, si el boticario Joan Franquesa lo escribió es porque algún conocido del barrio así se lo debería transmitir ya que él no era originario del barrio (antiguo pueblo) de Sant Andreu de Palomar.
El documento más antiguo en manos de la familia Franquesa (actuales titulares) es un acto notarial del 26 de Noviembre de 1887; en éste, Ignasi Roviralta i Falqués vende la farmacia a Narcís Rovira i Vilarrúbia. Con la ayuda del historiador local Jordi Petit i Gil, hemos podido "tirar del hilo" buscando en Archivos de la ciudad de Barcelona; ahora podemos decir que la constancia escrita más antigua de que disponemos es un testamento del 11 de Marzo de 1865. En éste, Jaume Abreu I Nadal, sin descendencia y licenciado en Farmacia en 1830, traspasa el negocio a su sobrina Francesca Turiera i Abreu, casada con el farmacéutico y ministro de Correos Ignasi Roviralta i Falqués. Por tanto, podemos decir que Jaume Abreu i Nadal (hijo de Jaume Abreu i Famades, también boticario), regenta el negocio de 1842 a 1865 mientras Ignasi Roviralta lo hace de 1865 a 1887. El local, llamado Can Cua para hacer esquina con el callejón de Can Cua (aún no existía la actual plaza del Comerç, abierta en 1860 derribando 7 casas del entonces C/Major), es adquirido a su tío Joan Abreu i Famades.
En el año fundacional 1842, coincide con el traslado de las oficinas del Ayuntamiento del pueblo de Sant Andreu del C/Major núm. 243-247 en la actual ubicación de plaza Orfila. El 28 de Diciembre de 1865, el matrimonio Roviralta-Turiera hacen inventario ante Notario quedando valorados los muebles y utensilios en 717 escudos de oro, equivalentes a 179,50 pesetas. El siguiente comprador, Narcís Rovira, nacido en Banyoles pero de familia originaria de Sant Andreu -huida a principios del s. XIX por la Guerra del Francés- paga 11500 pesetas en 1887 al entonces propietario. Éste ya vivía en el mismo edificio y vende la farmacia el día 1 de Agosto de 1900 en Melchor Soca i Mariné por “sólo” 2000 pesetas cuando en 1887 la transacción fue de 11500 pesetas: no es ningún error, a finales del s XIX hubo una fuerte crisis económica devaluándose la peseta y bajando el precio del oro. El sr. Melchor, no siendo farmacéutico, hace donación a su hijo Jaume Soca i Gaspar, licenciado por la Universidad Central de Madrid (hoy Complutense) en 1900. Este muere en 1905 con sólo 27 años de edad y la propiedad vuelve a su padre, no farmacéutico, que hace la venta a Joan Mas i Calvet por 11000 pesetas. El 13 de Febrero de 1906, Joan Mas la traspasa al licenciado Lluís Gifré i Serra por 10000 pesetas, un precio más bajo probablemente por el problema de no tener el título. De 1906 a 1923 está en manos del sr. Luis, soltero y sin hijos; cuando la traspasa el año 23 a nuestro abuelo Joan Baptista Franquesa i Ferrà le manifiesta literalmente que lo hace "porque se aburría y quería volver a Girona", de donde era originario.
Licenciado por la Universidad de Barcelona en 1916, Joan Franquesa residía en la C/Conde del Asalto de la ciudad; primero adquirió una farmacia en la C/Girona (todavía existente) regiéndola hasta 1923. Entre las pocas diversiones de la juventud de aquella época estaba la de ir a las Fiestas Mayores de los barrios, en la Carpa de Sant Andreu conoce a Rosa Grau i Maurí; preparando la boda, la familia de su futura esposa (la estirpe de médicos Cararach i Maurí fundadores de la Clínica Sant Jordi) se enteran de que Lluís Gifré tiene intención de vender la “botica”, llegan a un acuerdo y hacen el traspaso el 29 de Septiembre de 1923 por 62000 pesetas. Cabe remarcar que en la venta de la farmacia de la C/Girona hecha por el abuelo Joan pone una condición: la Caja Registradora National (ya presente en 1916 cuando adquiere el negocio en el Eixample) sigue en manos de Joan Franquesa lleva a Sant Andreu, donde despierta la admiración de no pocos clientes. Metálica y maciza todavía sigue funcionando a día de hoy. Y si nos viene a visitar os lo enseñaremos con mucho gusto.